lunes, 1 de diciembre de 2008

Consumidores al poder

Me sigue sorprendiendo recibir comentarios en el blog. Siempre consideré los comentarios en el blog como un regalo inmerecido. Y todavía más inmerecido cuando ni siquiera he sido capaz de seguir escribiendo y poner mi granito de arena en respuesta al interés que os tomáis, no sólo leyendo, sino escribiendo.

El último comentario tengo que agradecéselo a César, que ha venido a remarcar una idea que llevaba unos días rondando por mi cabeza. Concretamente desde que leí una anotación (el original está en inglés), que me permito extractar y traducir MUY libremente:

En un mundo donde los consumidores tienen tanto poder, ahora tenemos dos responsabilidades:

1.-Si no te gusta lo que hace una determinada organización, trabaja activamente para pasar la voz y hacerles cambiar

y

2.-Si echarías de menos un producto, un servicio, un libro, un sitio, o un profesional en el caso de que cerraran, levántate, habla y haz que la gente lo conozca.


Durante mucho tiempo luché por hacer realidad la primera parte. En particular, trabajé activamente para que Yoigo cambiara. Y aunque mi influencia fue nula, creo que estuvo bien hecho.
Pero en general no he hecho nada con respecto a la segunda parte. No he promovido los servicios que me gustan. Y aunque tampoco hubiera tenido ninguna influencia, creo que sí tengo que reprocharme no haber puesto mi granito de arena.

En mi descargo diré que el problema no estaba en ocultar los sitios buenos para evitar que el éxito acabara cambiando una buena relación.

Mi reticencia a emitir comentarios positivos viene de pensar que mis buenas experiencias no tienen por qué coincidir con buenos productos/servicios. Por ejemplo, tenía miedo de decir que me va muy bien con Simyo, porque sabía que a otra gente le ha ido bastante mal, y recordaba cuando yo me quejaba de Yoigo y leía a Martin Varsavsky o a Julio, hoy-ex-usuario-de-Yoigo y me preguntaba cómo era posible que tuviésemos visiones tan distintas.

Es curioso mi mecanismo mental. Si la empresa me la ha jugado, es mala-malísima. Si estoy satisfecho, he tenido suerte. El mismo César, que tiene la valentía de dar su opinión, en el comentario al que hacía referencia al principio expresa que está contento con Simyo "de momento".

Creo que el comportamiento correcto es poner las experiencias (malas Y buenas). Como hace Julio. O (en un ámbito completamente distinto), una columna económica que leo, que los jueves termina con recomendaciones gastronómicas, algunas comentando favorablemente y otras desfavorablemente.

Valentía para criticar, y valentía para aplaudir.

Consumidores al poder.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

5 meses después

Ya pasan 5 meses desde mi anterior anotación (8 si consideramos la última con un poco de chicha). Mi vida ha cambiado mucho en estos meses. Efectivamente cambié de casa (vendiendo con bastante rebaja y con muchas suerte en un momento que ya entonces era muy complicado), me fui de alquiler, cambié de trabajo, y otro buen montón de cosas. Ahora estoy metido en varios proyectos personales, entre ellos un blog en inglés, por aquello de practicar.

En lo referente a los móviles, sigo con Simyo, muy contento. A mí me solucionaron todos los problemas, acabé haciendo alguna portabilidad más sin ningún contratiempo, y los nuevos contactos con atención al cliente han sido positivos, y aunque comprendo que habrá gente con otra experiencia distinta, yo cuento la mía.

Sin embargo, no he podido dejar de pasar por el blog, para dejar constancia de la noticia que me han hecho llegar sobre el estado de Yoigo. La sensación ha sido curiosa, por lo indiferente. Me da igual. Es bueno que las empresas que lo hacen mal acaben siendo penalizadas. Pero no siento el odio que sentía.

Analizando la situación, hoy Yoigo es irrelevante. Es curioso porque el planteamiento era rompedor. Empezaron pareciendo ser distinta con unas tarifas increibles, y con la promesa de ser el verdadero internet móvil. Pero ya desde el comienzo se olvidaron del cliente. Y tanto se olvidaron, que hoy son otra más. Intentaron competir en precio, y Simyo les adelantó. La tarifa de Internet de Simyo es mejor. Intentaron competir con móviles, y ese es el único nicho de mercado que le queda Orange (hace mucho que no veo las portabilidades, pero tengo la sensación de que Orange es igual de irrelevante que Yoigo).

Y ¿qué le queda?.

Nada. Ser otra más. Languidecer. Que las compre otra. Y menos en este entorno económico.

Y ya iba a terminar esta anotación.

Hasta que me he dado cuenta de que hay otra posibilidad. Replantearse el esquema, hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero. Tener la valentía de reconocer los errores y de decir: nos habíamos equivocado, pero a partir de ahora, el cliente va a ser el centro de nuestra empresa.

Y cumplirlo.

Simyo está bien. Pero bien montado, arrasaban.

Hasta dentro de unos meses. Gracias (otra vez) por leer mis chorradas.

martes, 10 de junio de 2008

Desaparecido en combate

Lo siento, lo siento. Llevo 3 meses sin escribir una mísera entrada. Tres meses en los que han pasado muchas cosas. Como poco Yoigo limitando la velocidad de Internet, un montón de muy interesantes comentarios en 1ppy (algunos especialmente provocadores), problemas en la conexión de red de Yoigo (lo siento Julio, mi post era cavernícola), problemas en Carrefour Móvil (lo siento Pikachu), problemas de tarificación en Yoigo, y problemas variados en Simyo.

Lo siento. Y os pido perdón, sobre todo a los que me leíais con asiduidad. Lo malo es que no puedo hacer propósito de enmienda. Los cambios previstos en mi vida real han continuado, y estoy en una fase en la que el tiempo escasea de una manera espectacular.

Así que en realidad esta entrada no es más que un "hasta luego" formal con tres meses de retraso.

Gracias a todos

lunes, 3 de marzo de 2008

Cataclás

La verdad es que aunque he seguido el blog un proyecto para Yoigo, sólo hasta fecha muy reciente lo he tomado en serio. A pesar de ello, no sé explicar la razón, su último movimiento me parece una propuesta muy interesante.

Entiéndaseme bien. No quiero decir que vaya a ser un éxito. De hecho, en mi opinión es bastante posible que fracase, si no económicamente (que en este caso es lo menos importante), sí desde el punto de vista conceptual. La razón de esa opinión es que me recuerda demasiado a las cajas de ahorros o a las mutuas. Ninguna de las dos tienen en teoría ánimo de lucro y se perpetúan en el tiempo (tiene éxito económico). Pero son un fracaso conceptual, puesto que se han transformado en entes al servicio de poderes distintos de los accionistas y de los usuarios (habitualmente dichos poderes son por un lado empleados/sindicatos y por otro poder político en su peor sentido).

Yo sostengo en cambio que la atención al cliente, el tener al cliente en el centro de tus desvelos, el conseguir que tu cliente y tú estéis unidos más allá de cláusulas de permanencia acaba siendo económicamente rentable a las empresas.

Y sin embargo, al leer su propuesta no he podido evitar la sensación que a veces tienes de que algo "traerá cola" (de ahí el onomatopéyico título de esta entrada). Presten atención a la entrada (vuelvo a enlazarla), porque este no es un movimiento tonto.

viernes, 29 de febrero de 2008

Lanzamientos uno punto cero o dos punto cero

Personalmente mantengo mi valoración sobre Simyo. Es una empresa con cosas buenas. Lo último es un blog corporativo, que muchas veces hemos pedido aquí. Un blog que por lo menos en mi caso me ha permitido dejar un comentario educado pero negativo. E incluso (aunque no sea directamente) me han respondido. Es decir, que no es pura comunicación unidireccional.

Pero Simyo tiene una atención al cliente por teléfono muy mala y un caos gordo. Las entradas sobre Simyo en este blog han sido muy comentadas y las empresas no se dan cuenta de que estas situaciones generan MUCHA ansiedad en los clientes. La mayor parte de los comentarios son de gente que se han apuntado a Simyo, y que, como yo, han tenido problemas con ellos. Alguno incluso ya tiene blog para contar sus experiencias con la empresa del mono. No, no voy a llamarles ineptos, aunque aquí lo hemos hecho con otras compañías y sostengo mis palabras. Pero han tenido/están teniendo muchos problemas.

De masmovil, no puedo decir demasiado. Hace mucho tiempo(se rumoreaba que iban a salir en octubre pasado y por entonces ya tenían web) les pedí información. Creo que me respondieron que me avisarían. No supe nada más hasta mediados de enero que me llegó un correo con sólo una URL (candidato claro a ser SPAM). Al pinchar en el enlace, una animación para generar Buzz. Y luego el día del lanzamiento, con una página web que no funcionaba, en la que luego era difícil encontrar la información, con redirecciones a dominios ajenos a la marca propia, y el detalle de publicista-recién-aterrizado-de-un-curso-web-2-cero. Pensaba que iba a aportar cosas en lo referente a Internet, pero de momento no me convence y no tiene ni tarifa de datos.

Ambas empresas (y probablemente muchas otras) demuestran una forma de lanzar los productos que a mi juicio es arcaica. Es como los lanzamientos en la web 1.0. Un producto a priori interesante (en el caso de Simyo, buenas tarifas, un panel de control interesante, Roaming en muchos países, detalles de entender la blogsfera), dedican montones de publicidad, concentran todo en un día de lanzamiento, y se forma el caos, las cosas funcionan mal durante una buena temporada, malestar y gente que huye y que genera mala publicidad.

Hace poco hablaba con mi jefe de una nueva aplicación que vamos a lanzar (me dedico a la informática pero trabajo para la administración pública así que no temáis, no intento venderos nada). Y me decía "sólo hay una cosa peor que no sacar un producto: sacarlo y morir de éxito". Y sin embargo, en esa afirmación, con tener mucho de verdad, había algo que me chirriaba. Y es que dependemos de lo que parece una variable aleatoria: el éxito que podamos tener.

Evidentemente la posibilidad de morir de éxito es muy limitada al lanzar un detergente. Pero en el lanzamiento de determinados tipos de empresas (o promociones), no es nada raro. Hace mucho que los lanzamientos en internet trabajan con ese factor. En Internet las condiciones para morir de éxito tienen hasta nombre: se llaman/llamaban efecto Slashdot. Y hay muchas recetas para ayudar a mitigar sus efectos en las nuevas aplicaciones que se lanzan. Las recetas puede que sean técnicas, pero la filosofía que hay detrás, no lo es.

Por ejemplo, una de las cuestiones básicas es ser capaz de crecer muy rápido. En un nuevo OMV donde se dice que va a primar la atención al cliente, si estimamos que con 50 operadores vamos a tener suficiente, contratar 1000 sería un despilfarro. Pero estar preparado para pasar de 50 a 500 en tres días si las circunstancias lo aconsejan, no lo es. Los procesos tienen que estar preparados para ello, porque no es sólamente cuestión de contratar a 450 personas más. Y hace falta tener previsto ese paso de 50 a 500: ¿qué eventos lo disparan?, ¿es un proceso progresivo o no?...

Pero en esta anotación me quiero centrar en lo que es el lanzamiento en sí. Y en una herramienta a la que se le pueden hacer críticas, pero que considero que es realmente útil. Me refiero al periodo beta con invitación (o closed beta). Muchas de las nuevas aplicaciones en Internet tienen un periodo de pruebas en el que los que prueban son clientes (o creadores de opinión), pero en el que todavía la aplicación no está abierta al público en general. El periodo beta con invitación es semejante a tener una tienda con todo perfectamente montado, pero a la que sólo dejamos entrar a unos cuantos clientes: estamos perdiendo el dinero. Los empleados están listos, los productos están listos, el local está listo, pero voluntariamente sólo dejamos entrar a unos pocos clientes para que nos digan qué opinan. E incluso les hacemos rebajas o regalos. A cambio de esa desventaja (que no es pequeña: hay que tener cash para aguantarlo), tenemos varias ventajas.

La primera de ellas es que tenemos la posibilidad ajustar TODOS los detalles. Podemos asegurarnos que la página va a funcionar correctamente, que la dirección de correo que aparece es la correcta, que las portabilidades se realizan adecuadamente, que las llamadas no se cortan... Muchas empresas dirán "Si yo todo eso lo pruebo". Según parece no todos en la empresa piensan lo mismo. Pero es que además no es lo mismo probar la portabilidad del teléfono del jefe ("uy que se ha quedado atrancada, vamos a actualizar este campo en la base de datos"), que el que un zarpas sin ninguna conexión con nadie pruebe a hacer la suya.

Evidentemente, de nada sirven esas pruebas si no corregimos los procesos que generan los problemas. Es decir, si en el periodo de prueba se detectan portabilidades que no funcionan bien, hay que ver por qué no funcionan bien y después corregirlas. No corregirlas y sólo cuando la que no funciona es de la suegra del CEO revisarlas.

Conviene invitar a un número significativo, que permita hacer pruebas reales. Y dar la posibilidad de que, (en la medida en la que los problemas se vayan reduciendo) estos primeros clientes hagan "prosélitos" a la nueva fe. Es decir, se va pasando de la beta con invitación al lanzamiento público de una forma progresiva.

La segunda de las ventajas es que si el periodo de la beta con invitación lo hacemos bien, tenemos publicidad gratuita y dimensionamiento según nuestras necesidades. Evidentemente conviene invitar a "creadores de opinión" (periodistas, bloggers), y dejar también que se apunten clientes. Si el producto es bueno, se va ampliando el número de clientes sólo con el boca a oreja. Incluso se genera deseo.

El caso de libro de manejo del periodo beta con invitación fue el de GMAIL. Recuerdo perfectamente la pasión que teníamos por conseguir que alguien nos invitara a probar. Algo por lo que nos tendrían que pagar, era objeto de deseo.

Un lanzamiento en la web doscero no es conseguir que hablen de ti. Es conseguir que hablen bien.

El futuro de Noigo

Y cuando digo Noigo me refiero a este blog.

La razón de la tardanza en escribir las últimas entradas no es fruto de un hipotético cabreo porque Yoigo haya cumplido sus objetivos con creces, o porque Simyo no acaba de solucionar sus problemas. Se debe principalmente a una serie de cambios que se están produciendo en mi vida (para abrir boca, cambio de casa y posible cambio de trabajo), que hacen que mi habitual inconstancia a la hora de colgar anotaciones haya aumentado por falta de tiempo.

Sin embargo, con la excusa de estos cambios en mi vida real, estoy aprovechando para hacerme un planteamiento de lo que debe ser este blog.

Este siempre ha sido un blog sobre Yoigo algo peculiar. Escribía cuando podía/me apetecía, así que nunca ha tenido vocación de ser un medio de información sino sólo un divertimento para el que escribía y para el que leía. Y poco a poco, cada vez era menos sobre Yoigo.

El caso es que ya hace tiempo mostré mi cansancio con las compañías móviles. La caída en pública desgracia de Yoigo, y los lanzamientos poco exitosos de Simyo y Masmovil(de los que tengo una entrada pendiente) no han ayudado (más bien lo contrario) a aligerar ese hartazgo. Aunque tengo varias entradas pendientes, cada vez tengo menos ganas de escribir sobre temas de móviles.

Poco a poco he ido pasando de lo particular (temas de móviles) a lo general, descubriendo que realmente este era el blog de un consumidor insatisfecho. Y que aunque a mí me desahoga, no es sostenible a largo plazo estar todo el día quejándose. Porque sólo aporta quejas.

Así que lo que quiero decir es que este blog va a ir cambiando. Al principio pequeños cambios cosméticos (por ejemplo el título del blog era candidato claro, aunque de momento seguirán los enlaces), mezclados con pequeñas anotaciones sobre temas que se separen del tema de los móviles (prometo intentar que en ningún caso sean temas políticos). Seguiré tocando las pelotas a Johan de vez en cuando(Johan, molaba más cuando para el público general eras güayguay), pero me atraen las reflexiones más genéricas sobre relaciones entre empresas y consumidores.

jueves, 14 de febrero de 2008

El primer año de Yoigo

Me sentí un poco provocado por Tommy con los resultados que ha tenido Yoigo, y con los objetivos . Así que lo primero que tengo que decir es que, contra todo pronóstico, Yoigo ha cumplido sus objetivos.

Pido disculpas a Fer por no haber tenido en cuenta su preclara visión, je, je.

Ahora en serio, confieso que me siento un poco incómodo por no haber salido públicamente a reconocer mi equivocación en el pronóstico igual de rápido que me he apuntado anteriormente tantos. Dejando a un lado el tema del ritmo de anotaciones que comentaré más adelante, mi justificación es que mi opinión había cambiado desde el cerazo, y que cuando salió el informe de la CMT de noviembre, se había pasado de ser absolutamente imposible que llegara a 350-375 mil clientes, a


Otro mes igual y cumplen su objetivo. [...]
Bien por ellos. Mal por los que somos usuarios de telefonía que vemos cómo en el país de los ciegos, el percibido como menos ciego puede acabar siendo el rey.


Bien. Y todo quedaría aquí, si no fuera por la insistencia en desmentir que el cerazo y el posterior tarifazo fuera algo previsto y relacionado con los objetivos mencionados. En este sentido, superJohan
el cambio (limitación a 60 min/día) no fue en absoluto planeado, sino que el uso masivo del 1% de los clientes hacía inviable su mantenimiento por más tiempo

Y 1ppy

Siempre habrá quien para afirmar que esto ya estaba previsto y que sacaron esta tarifa justo antes de la campaña de Navidad para arrasar sabiendo perfectamente que no era sostenible. No es imposible. Pero es poco probable. Además que se trata de una acusación gratuita, no solamente carece de pruebas pero es que no hay ni el menor indicio o antecedente de la compañía que invitase a pensar así –> la acusación no se admite a debate por carencia de pruebas


Como me siento implícitamente aludido, responderé próximamente. Sé que recuerda a cuando los famosos anuncian que van a presentar una querella y no lo hacen, pero creo que suelo cumplir mis promesas. En concreto espero hacerlo cuando salgan los datos de portabilidades de diciembre y el informe trimestral. Y la entrada o entradas se llamarán "Motivo, medio y oportunidad"

Simyo, tarjeta amarilla (y IV)

Pensaba que quedaban dos entradas, pero voy con prisa y no quiero retrasarlas más.

Empezaré haciendo un resumen corto de la situación en la que se encuentran mis problemas. Desde el día 8 ya pude recibir llamadas sin problemas. Desde el día 12 el saldo refleja correctamente mi consumo. Es decir, han corregido esos problema.

Cuatro cosas positivas. Una, respondieron a mi correo desde BackOffice dándome las gracias por las sugerencias. Dos, en uno de los mensajes que dejé en el contestador, me llamaron varios días después, para interesarse por el problema. Y en otra ocasión, una operadora me dijo que se le había caído la línea, pero que me volvería a llamar... Y LO HIZO. En cambio el viernes 8 otra teleoperadora distinta prometió hacer lo mismo y no cumplió. Tres me han respondido a los correos. Teniendo en cuenta que es imposible contactar por teléfono, no está mal que por lo menos, tarde, pero responden a los correos. Y cuatro, no tienen un blog público pero hay alguien dando la cara en los foros.

Dos cosas negativas. Primero. El centro de atención al cliente está completamente desbordado. Es prácticamente imposible contactar con ellos por teléfono. Y en muchas ocasiones, cuando llamas, te acaba redirigiendo a un buzón de voz para que dejes tu mensaje... Y EL BUZÓN DE VOZ ESTÁ LLENO Y NO PUEDES DEJAR EL MENSAJE. Segundo, el panel de control con el desglose de llamadas que es un gran atractivo de Simyo funciona francamente mal. De hecho, aunque mi saldo está corregido, el consumo sigue mostrando mal el coste de las conexiones.

En consecuencia, después de casi una semana con Simyo, aquí van mis particulares reflexiones:

  • La sensación general es mezclada. Cosas muy buenas, como el panel de control realmente completo, buena tarifa, y retazos de buena atención al cliente, (como las cosas positivas que he puesto), mezcladas con otras negativas, como un dimensionamiento muy (pero que MUY) por debajo de las necesidades del servicio de atención al cliente (están desbordados), o un sistema de facturación francamente malo.

  • No me atrevo a decir que Simyo es más de lo mismo. Creo que Simyo es una empresa a prestar atención. Pero de momento no están a la altura de sus promesas.

  • Mi consejo personal es que hoy por hoy no es una empresa que pueda recomendar a mis familiares y amigos. El que quiera probar, debería hacerlo con una prepago. Ya sé que es evidente(lo confieso, Pikachu, me va la marcha), pero por si acaso lo comento.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Simyo, tarjeta amarilla (III)

Bueno. Me dí de alta, hice los comentarios por correo y me dispuse a esperar un par de semanas. Sin embargo, pronto recibí un mensajito diciendo que mi portabilidad se haría efectiva el día 5 de febrero. El día 4, todavía no había recibido mi tarjeta y volví a recibir un SMS diciéndome que sólo quedaban horas para trabajar con Simyo.
Ayer, día 5, por la mañana, mi tarjeta Orange había muerto, y la tarjeta Simyo sin venir.

Vaya, vaya, los chicos de Simyo no empiezan bien.


Afortunadamente a las 10 de la mañana tenía una llamada diciéndome que tenían un paquetito para mí.

Bueno. Un pequeño retraso.


Recogí el paquete (un sobre realmente), e impaciente, abrí, saqué la tarjeta, la introduje en un teléfono libre, tecleé el PIN y:

"Fallo de registro en tarjeta SIM".


Oh no. Oh no.


Pero ¿tan complicado es hacer bien una puñetera portabilidad?. ¿Tan complicado es conseguir que te llegue una tarjeta antes de la portabilidad?. ¿Tan sofisticada tecnología es necesaria para conseguir que cuando metas tu flamante tarjeta nueva en un teléfono no te de fallo de registro en tarjeta SIM?

Bien. Me dispuse de nuevo a esperar un par de semanas antes de tener mi línea recuperada, pero seguí los consejos habituales.

  • Apagar y encender el teléfono.
  • Intentar la selección manual de la red.
  • Pasar de dual a GSM y a la inversa.
  • Mandar correo a soporte algarroba simyo.es.
  • Llamar a atención al cliente sin que te lo cojan.
  • Dejar un par de recados en el contestador sin ninguna esperanza.


Y de repente, después de intentarlo todo con la metódica determinación de quien en su fuero interno sabe que no va a servir de nada, pero se resiste a creer en su mala suerte, apareció en la pantalla el nombre simyo y la cobertura.

Emocionado, hago una llamada y funciona.

Joder. Impresionante. Un fallo de registro en tarjeta SIM arreglado en un par de horas.


Venga ahora, la otra prueba. Llamar desde otro teléfono a la nueva línea. Sorpresaaaa:

"El número marcado no existe".


La verdad es que me lo tomo a cachondeo, pero es muy fuerte. Nuevo correo a soporte. Nuevas llamadas sin poder hablar nunca con un operador (ni siquiera te deja esperar: te redirige al contestador).

Mientras seguimos probando a intentar que me cojan el teléfono, juguemos con internet. Youtube, gmail, google reader, google maps. Total 1.2 megas. Coste ... Joder 2,05 euros (joder, joder, joder, mil veces requetejoder, ¿pero no decían que el máximo para menos de 100 megas era 0.99 euros diarios?). No me lo invento. Subo la imagen:

Listado de conexiones a internet con simyo

Nuevo correo, nuevas llamadas sin conseguir hablar con un humano. Quedan más entradas. Una para contar si lo arreglan y cómo, (que ya os anticipo que sorprendentemente parece encaminado). Y otra para la valoración.

Pikachu, lo del guión de cine va en camino, de verdad.

Simyo, tarjeta amarilla (II)

Os contaba que efectivamente me dí de alta el día de lanzamiento. En el proceso de alta, hubo algunos fallos. Decidí poneros por escrito y mandar un correo con sugerencias:

1.-Se echa en falta un resumen final en el que se puedan revisar todos los datos antes de dar el OK. Lo más parecido es a la hora de confirmar el pago, pero la información que se presenta es mínima
2.-Al ver los términos del contrato, el texto legal aparece en inglés, y abajo del todo, el aceptar en español, o el descargar pdf que también presenta el texto en español.
3.-En el proceso de alta, si pones una dirección normal y otra para el envío, te pide luego que selecciones cuál es la normal y cuál es la de envío, y queda confuso. Además en la parte izquierda parece como si volviera al paso 2 ("Elige prepago o contrato")
4.-De momento me aparece en el panel "Actualmente no tienes dado de alta ningún número de teléfono". Entiendo que todavía está en proceso, pero no queda muy bien porque como estáis empezando (y la experiencia con otras compañías no es muy buena), parece que la petición se ha perdido en limbo. Aunque luego en asuntos pendientes sí aparece "Pedido de tarjeta SIM (con portabilidad) ", tal vez podrías poner algo como "Pedido de tarjeta SIM prepago(con portabilidad del numero XXXXX) "
5.-Me ha parecido entender que recibiría un correo con el resumen del pedido, algo que no se ha producido. Sí he recibido el mensaje al móvil que se va a portar.


Bueno. Mandé un correo a la dirección que ponían en ese momento en la web: contacto algarroba simyo.es. Juro que no me inventé el correo: venía en la web. Poco después mi correo era devuelto. Volví a consultar en la web, y ya no era el mencionado anteriormente. Era soporte algarroba simyo.es

Esto en principio parecía buena señal. "Tienen fallos de lanzamiento, pero reaccionan rápido", pensé.

Volví a mandar el correo, y ya no me lo devolvieron, pero tampoco he tenido respuesta. Un correo de sugerencias no tiene mucha importancia, y se puede ignorar sin problema. Prefiero otro tipo de trato, pero no me parece mal este.

Pero aún quedan un par de entradas más (por lo menos).

Simyo, tarjeta amarilla (I)

Como bien dicen en ZonaYoigo, a Yoigo se le acumulan los problemas. De todos los problemas que indica Tommy, el principal problema es Simyo, una nueva operadora, que se estrenó el pasado 29 de enero.

Empiezan con el panel de control ya instalado. Y os aseguro que el panel de control te permite hasta modificar los datos personales. No es el cutre-largo-tiempo-esperado Mi Yoigo. Además, tiene muy buenas tarifas (para llamadas largas, mejor que Yoigo), tarifa de datos buena(0,99 euros por 100 megas de tráfico).
Pero sobre todo, no he podido resistirme a esto:

Como tú, estamos hartos de que nos intenten vender gato por liebre, que nos ofrezcan promociones maravillosas y que a fin de mes, la factura sea todo menos lo que esperábamos.


Un poco lo que prometía Yoigo. Transparencia, buen trato. Lo que estoy buscando. Y me apunté el mismo día 29. Sí, ya sé que tendría que haber esperado. Pero no lo hice. Solicité una portabilidad de una tarjeta que tenía por ahí perdida (no mi número principal). Y la experiencia es mala. Están empezando, y por eso de momento sólo les saco la tarjeta amarilla. Dependerá de cómo solucionen los problemas que os contaré en la siguiente entrada.

martes, 29 de enero de 2008

La hora de la reflexión

Bueno, pues parece que el cambio de tarifas de Yoigo, ha montado un buen revuelo, con hilo en Barrapunto y miles de mensajes en GSMSpain. Coincido con Yonderboy en que el comentario de Vicente hace un resumen de los desencantados. Pero al menos a mí todo esto, no por previsto, me resulta muy llamativo.

Lo primero que quiero hacer es reflexionar cómo algo para mí intuitivo, la afirmación Yoigo es más de lo mismo, ha resultado una sorpresa para muchos. ¿Qué veía ya entonces?. Promesas incumplidas. Prepotencia disfrazada de buen rollito y tarifas atractivas. Una atención al cliente nefasta (por mucho que te llamaran de tú). Y problemas sin solución. ¿Novedades?. Ninguna. Promesas de para siempre que cambian 4 meses después. Prepotencia de no te vamos a cobrar penalización si te vas pero tú tienes que pagar la permanencia. Una atención al cliente nefasta que hasta se permite amenazar. Y problemas sin solución.

Lo siguiente es razonar el porqué de semejante cagada por parte de Yoigo. Hay gente que habla de imprevisión a la hora de anticipar el uso. Si así fuera, Johan tendría que haber presentado su dimisión ya. Hay gente que habla de abusos. Señores, ustedes ofrecen una tarifa, y yo la uso. Y punto. Si ponen límites, el abuso es exceder esos límites y a esos señores se les rescinde el contrato. Si no hay límites ("hasta que se acabe la batería"), no hay abuso.

Salvando las distancias (pido perdón si parece que trivializo el problema) me suena al "algo habrá hecho" de las mujeres maltratadas.

Mi particular teoría era que era algo previsto. Que si hubo imprevisión fue a la hora de calibrar la respuesta. Y me explico. Johan y su equipo tenían que llegar a los 350 mil clientes. ¿A qué precio?. A cualquier precio. Evidentemente a cualquier precio durante unos meses, no a costa de perder dinero toda la vida. Pero yo creo que estaba estudiado. Que hacía falta coger clientes, a costa de engañar, de preactivar tarjetas y de lo que hiciera falta. Y luego...

tendrá un aluvión de suscripciones, al que no podrán responder, generando un montón de cabreados. Cabreados que intentarán darse de baja el próximo trimestre.

Pero claro, para entonces ya habrán cubierto los 350 mil prometidos y los suecos dejarán tranquilo a Johan una temporada.


Joder. Se lo dije a Alfonso de Zona Yoigo el día 1 de noviembre.

Pero claro, nosotros éramos unos malpensados.

Y a futuro. Pues habrá muchas bajas. Muchas reclamaciones. Pero los chicos de TeliaSonera, que están muy lejos, contentos porque se han cumplido las cifras.

Yo he tenido ya la sensación de estar hablando con amigos y familiares y tener que decirles "[Yoigo, Carrefour Movil] tienen unas tarifas buenas, pero son un desastre, igual que las otras". Así que seguiremos a la espera del próximo caballero blanco que nos salve de la mediocridad del resto de compañías. ¿Sera SimYo? ¿Será operador virtual?.

viernes, 25 de enero de 2008

Un par de enlaces

Por cierto, he añadido un par de enlaces más, en la parte derecha. Uno el famoso 1ppy, del que ya hablé de pasada, y otro Yoigo Basura, que nos dejó el otro día un comentario.

Cuando para siempre son 4 meses

El 1 de noviembre Yoigo inaguraba su promoción el cerazo. Cero céntimos minuto a cualquier móvil Yoigo. Daba igual si llamabas 3 minutos, 1 hora o hasta que se te acabara la batería, como podéis ver en la imagen que acabo de tomar de su web:

Bueno. Pues parece ser que la batería se va a acabar cuando lleguen los 60 minutos. O cuando haga 4 llamadas de 15 minutos. Por que cuando se pasen los 60 minutos diarios, la supermegaenrrollada-Yoigo cobrará.

Muchos pensarán que 60 minutos es mucho. Concedo que 60 minutos es bastante, pero creo que conviene reflexionar que Yoigo-mentira-de-las-buenas se comprometió a no cobrar nada más que el establecimiento de llamada. Y que no estamos hablando de 60 minutos en una llamada. Estamos hablando de 60 minutos a lo largo del día.

Creo que nadie discute que es un cambio de tarifas, e igual que ocurrió en marzo de 2007 con otras compañías, puede (no soy abogado) romper la permanencia de los contratos Yoigo.

Pero lo más importante a mi juicio, es que una vez conseguida la publicidad, una vez conseguidos los 350 mil clientes y la permanencia de Johan, ya da igual todo.

Como dije entonces:

Y en los dos próximos meses tendrá un aluvión de suscripciones, al que no podrán responder, generando un montón de cabreados. Cabreados que intentarán darse de baja el próximo trimestre.

Pero claro, para entonces ya habrán cubierto los 350 mil prometidos y los suecos dejarán tranquilo a Johan una temporada.


¿Seguro que no era una promoción de Navidad?

martes, 22 de enero de 2008

Caídas en Yoigo

La verdad es que ando con el blog un poco abandonado. Otros proyectos personales se llevan mi tiempo, y veo que España está condenada en términos de telefonía móvil al Amena de turno que tiene que competir, baja las tarifas hasta que consigue cuota y se olvida de los clientes desde antes de ser empresa.

Pero me ha resultado llamativa la noticia de la caída generalizada en los servicios de Yoigo. Lo ponen al menos Zona Yoigo, Operador-es y hasta nuestro fblog oficial.

Por cierto, que espero que lo de las caídas puntuales no sea porque se las esperaba y llegaron a la hora convenida. ¡¡¡Qué manía!!!

viernes, 11 de enero de 2008

Portabilidades de Noviembre

Pues sí, ha salido la nota mensual de la CMT correspondiente a noviembre. Y Yoigo lo ha hecho realmente bien. 30% del total de líneas nuevas y 5% del porcentaje de portabilidades netas a portabilidades totales. Si mis cálculos son correctos, 317 mil clientes en noviembre. Otro mes igual y cumplen su objetivo. Como ya anticipé, creo que estas cifras tienen trampa, pero el número de portabilidades no es un dato fácilmente influenciable a base de regalar tarjetas o entregarlas a los kioskos. Así que de momento habrá que creérselo. Bien por ellos. Mal por los que somos usuarios de telefonía que vemos cómo en el país de los ciegos, el percibido como menos ciego puede acabar siendo el rey.

No quiero dejar de hacer referencia al estupendo comentario de Euroinversor. Euroinversor es alguien con uso del móvil avanzado que comenta muchas ventajas e inconvenientes de Yoigo. Aunque tocará comentarlo más en detalle, por favor, no os lo perdáis. Y muchísimas gracias, Manuel.

Y para terminar, como he estado unos días alejado del blog, toca hablar del tema de la semana. Aunque sea para decir que en mi opinión Yoigo no necesita un CRM (o al menos no sólo un CRM). Sino una estrategia en la que el cliente (y no la atención al cliente, que no es lo mismo) sea el centro de la empresa.

Mucha frescura, mucho buen rollo, pero sigo pensando que Yoigo es lo mismo que las otras.