De verdad que yo quería dejar de escribir en el blog:
Lunes 19 de noviembre.
Operador de Yoigo: Mire le llamo de Yoigo. Quería hablar con Gonzalo X. Era referente a la recogida de un teléfono.
Mi mujer: Pues no está. Supongo que es lo de hace un año.
Operador: Ah, pues no sé. [...]¿Cuándo puedo hablar con él?.
Mi mujer: A partir de las 8.
Las 8, las 9, las 10, las 10 y media. No hay llamadas.
Martes 20 de noviembre.
Operador de Yoigo: Mire le llamo de Yoigo. Quería hablar con X. Era referente a la recogida de un teléfono.
Mi mujer: Pues no está. Ya llamaron ayer. Supongo que es lo de hace un año.
Operador: Ah, pues no sé. [...]¿Cuándo puedo hablar con él?.
Mi mujer: Ya les dije ayer que a partir de las 8.
Las 8, las 9, las 10. No hay llamadas
Gonzalo: "Estos torpes tampoco llaman hoy". Les mandaré un correo:
El pasado 5 de diciembre de 2006 realicé a través de la tienda de internet de Yoigo (https://tienda.yoigo.com/) de un Nokia N70 en portabilidad con número de pedido XXXX, asociado a la portabilidad del número XXXX.
Repetidamente, por teléfono, correo certificado, correo electrónico he tratado de que, a lo largo de este año (un par de semanas quedan para que se cumpla), me vinieran a buscar el teléfono y me devolvierarn el dinero.
La última vez que me puse en contacto con ustedes, y tuve una contestación fue el pasado 19 de septiembre, cuando uno de sus compañeros se puso en contacto conmigo, me aseguró que se iba a ocupar personalmente, que la devolución sería inminente, y que sólo posteriormente pasarían a buscar el teléfono.
Y de repente, ahora, dos meses después, están llamando a mi casa para pasar a buscar el teléfono. Y a pesar de que mi mujer les ha comunicado en dos ocasiones una hora para ponerse en contacto conmigo, no me han llamado en el horario convenido.
Por ello, les comunico lo siguiente: La devolución del importe cobrado (89 euros) no se ha producido. Por tanto, mientras no vea en mi cuenta la devolución del importe cobrado indebidamente, lamentándolo mucho, no van a poder pasar a recoger el teléfono.
[Aquí hay una parte cuya transcripción omito por vergüenza]
Si después de leer este correo, y todo el historial (que estoy seguro que es largo) tienen cualquier duda, pueden ponerse en contacto conmigo en el XXX. Un saludo
Miércoles 21 de noviembre.
Mensaje en el contestador del fijo: "Somos de Yoigo, bla,bla, blá. Póngase en contacto con nosotros en el 1707."
Gonzalo harto ya. "No solamente no llaman a la hora indicada. También parece que pasan de los números que les das. Y ahora tengo que llamarles yo". Llamemos al 1707.
Operadora después de mucho pedir datos, incluido un "pero ¿le hemos llamado nosotros?" y mucho pasarme a espera: Ah bien. Esto. ¿Y ha utilizado el teléfono?
Gonzalo, entre gritos infantiles que me reclaman "papá, ponme el ordenador": Pues sí, mire. Después de 10 meses esperando a que me devolvieran el dinero, sí he utilizado el teléfono.[Tenía que haber mentido como bellaco]
Operadora: Ah. Pues entonces no podemos pasar a buscar el teléfono.
Ninguna disculpa. Casi 12 meses después de haberme quitado mi dinero. 40 llamadas, 1 correo certificado, 1 reclamación ante la Comunidad de Madrid, varios faxes, y 20 correos electrónicos después, has utilizado el teléfono (da igual si ha sido para hacer fotos y si tienes el embalaje), así que no solamente te quedas sin el dinero. La historia ha terminado y te quedas sin una disculpa.
Somos Yoigo. La empresa guay, así que no hay por qué disculparse.
Creo que era Pikachu el que decía que podía escribir un guión de cine. La verdad es que a veces me veo como
Michael Douglas delante de un burguer. Pero, tranquilo, Johan, que desato mi frustración tocando las pelotas en este blog, y echándole la bronca a tus super-guay-operadores.
Hubiera preferido poder utilizar Yoigo. Me gustaría poder recomendárselo a mi familia y amigos. Hubiera preferido mis 89 euros que en cualquier otra compañía me pueden conseguir un buen móvil y me hubiera ahorrado muchos cabreos.
Pero por lo menos, ya tengo mi
Nokia N70 liberado.
No sé si seguiré tocando las narices en este blog. Es curioso que casi ha coincido el final de una historia que empezó hace casi un año, con mi hartazgo de este mundo de guay-coge-teléfonos-no-resuelve-nada que llaman "atención al cliente en la empresa moderna" y de empresas para las que el cliente es alguien a quien engañar.
Definitivamente Yoigo es
más de lo mismo.