jueves, 4 de enero de 2007

El "creíque" y el "penséque", amigos son del "tonteque"

Recuerdo un estupendo profesor de Matemáticas en mi EGB. Le llamábamos "el Sola", no diré si por apellido o apodo. Además de enseñarnos matemáticas, guardo de él en la memoria un auténtico río de frases que nos sirven de símbolo a los que fuimos alumnos suyos. Una de aquellas frases es el título de esta anotación. Y era su respuesta cuando tratábamos de justificar nuestros errores. Aquello me hizo darme cuenta que la justificación de los errores no sirve para corregirlos.

"¿A cuento de qué esta disgresión en un blog sobre problemas de Yoigo?" pensaréis muchos. A que con Yoigo tengo la sensación de que es un alumno pidiendo excusas. Y a esas excusas, sólo puedo responderle lo que el título de la entrada.

¿Qué le pediría a Yoigo para corregir sus errores? De nuevo un recuerdo de la infancia. Los pasos para una buena confesión (católica):
1.-Examen de conciencia: Ver qué se ha hecho mal. No vale decir: "hemos recibido el triple de las llamadas esperadas". Habrá que decir: "hemos planificado mal el número de llamadas". Además ese sólo es uno de los problemas. Otros problemas: Mandar tarjetas sin activar. Falta de comunicación. Pedir portabilidades sabiendo que no se van a poder cumplir. Que la gente que recibe llamadas no tenga acceso a los datos de pedidos. No dar una respuesta unificada. Soltar balones fuera. Prometer unas condiciones de entrega y contratar otras distintas (más baratas y por tanto peores) con el servicio de entrega. Maltratar a otros canales de venta igual que a los usuarios (ver el quinto comentario en esta entrada)
A lo mejor el problema (y no un motivo de felicitación) es que Yoigo se montó en 150 días, y como dicen aquí, mejor hubiera sido que tardaran 10 más.
2.-Dolor de los pecados: Cada una de las personas que contrató el servicio con Yoigo y a las que no se las ha dado servicio es un cliente insatisfecho. Es un cliente que a.-No recomendará el servicio, b.-Estará en el futuro de uñas. c.-En cuanto pueda se irá (bien ahora mismo, bien dentro de unos meses). Pero además, detrás de ellos hay auténticos problemas. Personas muchos días sín linea. Personas que necesitan su línea para trabajar o para ofertas de trabajo. O personas a las que se les genera expectativas, o para luego cambiarlas por un cabreo espectacular.
3.-Propósito de enmienda: No basta "reconocer los pecados y dolerse por ellos". Hay que hacer propósito de enmienda. Si uno de los problemas ha sido verse desbordados por las altas, no puedes seguir haciendo publicidad hasta que el volumen vuelva a ser manejable. Y así con el resto de los problemas. A esto intenta alcanzar la parte del mensaje "estamos reforzando la atención al cliente, logística y atención comercial" que tienen en la página web. Pero como el diagnóstico no es bueno, la enmienda, tampoco lo es. No se trata de meter a más personas (que también). Si no que las personas tengan un único criterio. Y mejor si ese criterio está en la web y es público o se envía por correo electrónico.
4.-Decir los pecados al confesor: Esto es lo único que han hecho a medias. Decir los problemas (que han detectado).
5.-Cumplir la penitencia. Desde luego, la penitencia no es la vergüenza pública de tener a gente y gente sin línea. La penitencia es compensar a la gente. La penitencia es perder dinero para no morir de éxito. Y no vale con prometer bonos de El Corte Inglés, que luego se transforman en recargas y por último desaparecen. Y las propias compensaciones deben ser transparentes.

Venga, a confesarse, Yoigo.

No hay comentarios: